Atendiendo a las indicaciones de la fisioterapeuta Rosa M. Sánchez, en Thesauro, podemos saber que:
Es común despertarse sintiéndose más cansado que la noche anterior, a pesar de haber dormido ocho horas. Factores como el estrés diario, malos hábitos al acostarse, fluctuaciones de temperatura y cenas copiosas pueden impedir que nuestro cuerpo alcance la relajación necesaria para un descanso reparador.
Para garantizar un buen descanso y evitar dolores innecesarios al despertar, es fundamental controlar nuestras posturas y utilizar un colchón de dureza media, cuya vida útil suele ser de aproximadamente 10 años. La elección de la almohada depende de la postura de sueño: para quienes duermen de lado, la almohada debe llenar el espacio entre el hombro y el cuello, manteniendo la columna vertebral alineada. Para quienes duermen boca arriba, la almohada debe ser lo suficientemente alta para sostener la curvatura natural del cuello.
Posturas Comunes al Dormir
A continuación, se describen algunas de las posturas más comunes al dormir, junto con sus pros y contras:
Postura del Tronco: Acostado de lado con el tronco y las piernas rectas. No es recomendable para largos periodos, ya que puede causar problemas cardiovasculares.
Postura del Nostálgico: Similar a la del tronco, pero con los brazos estirados en un ángulo recto con el cuerpo.
Posición Fetal: Acostado de lado con los brazos y piernas encogidos. Es la postura más común entre la población.
Postura del Soldado: Acostado boca arriba con los brazos pegados al cuerpo y las piernas estiradas. No es recomendable para personas con sobrepeso o embarazadas, ya que puede provocar problemas respiratorios.
Postura de la Estrella de Mar: Acostado boca arriba con los brazos flexionados detrás de la cabeza y las piernas estiradas. Comparte los mismos inconvenientes que la postura del soldado.
Postura de la Caída Libre: Acostado boca abajo con los brazos a los lados de la almohada y las piernas estiradas. Es la postura más problemática, ya que somete el cuello a una posición antinatural, causando tensiones y contracturas cervicales.
Recomendaciones para un Mejor Descanso
Aunque no siempre es fácil, se recomienda adoptar una postura más natural y saludable para el cuerpo, ya que una mala postura nocturna puede ser la causa de problemas de espalda, cuello y hombros. Además, es importante levantarse de la cama de manera correcta: primero girar de lado, bajar las piernas y usar los brazos para elevar el tronco, sentándose antes de incorporarse completamente. Esta técnica ayuda a evitar sobrecargas en la zona lumbar y el cuello.
Implementar estos hábitos puede mejorar significativamente la calidad del sueño y la salud general.
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