Es común que no valoremos la importancia de las estructuras de nuestro cuerpo cuando no sentimos dolor. Sin embargo, ¿podemos llevar una vida normal cuando nos duelen las manos?
La Relevancia de las Manos
Nuestras manos son esenciales en nuestra rutina diaria, desde remover el café hasta abrir el coche. Prácticamente todas las actividades que realizamos requieren el uso de las manos.
Estas son estructuras complejas, formadas por numerosos huesos, músculos, tendones y ligamentos. Debido al constante uso y esfuerzo al que las sometemos, es fácil que sufran algún tipo de lesión. De hecho, concentran el 28% de las lesiones del sistema musculoesquelético, siendo el 50% de ellas lesiones crónicas.
Causas de Lesiones Crónicas en las Manos
Las lesiones en las manos se cronifican principalmente por movimientos repetitivos. Por ejemplo, es muy común sobrecargar las manos tecleando en el ordenador, usando el ratón o manipulando el smartphone de forma prolongada. Estos movimientos repetitivos pueden sobrecargar la musculatura, causando dolor puntual. Si estas actividades se prolongan, pueden aparecer dolencias más serias como compresiones nerviosas (síndrome del túnel carpiano), inflamación de tendones o tendinitis, e incluso un desgaste excesivo del cartílago articular que puede derivar en artrosis.
Técnicas para Evitar Molestias
Para evitar o retrasar la aparición de molestias en las manos, se pueden implementar ciertas técnicas:
Postura Adecuada al Trabajar con Ordenador: Mantén los brazos y antebrazos alineados en un ángulo de entre 90º y 100º. Los antebrazos deben estar en línea recta con las manos.
Levantamiento de Pesos: Evita aplicar fuerza excesiva solo con las manos, especialmente si requiere flexionar las muñecas. Utiliza músculos más fuertes como los de las piernas y la espalda.
Movimientos Repetitivos: Evita movimientos repetitivos con los dedos o muñecas que duren más de 30 segundos, como escribir en tu smartphone.
Variedad de Actividades: No realices la misma actividad durante periodos prolongados. Haz pausas activas cada 30 minutos para realizar estiramientos o alterna con otras tareas que exijan menos esfuerzo para las manos.
Implementar estas prácticas puede ayudar a mantener la salud de nuestras manos y prevenir lesiones crónicas, permitiéndonos realizar nuestras actividades diarias sin dolor.
|