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Los TME más frecuentes

Los TME, trastornos musculoesqueléticos, más frecuentes en la extremidad superior son la tendinitis del manguito de los rotadores, la epicondilitis, la  epitrocleitis, el síndrome del túnel carpiano y el ganglión.

Tendinitis del manguito de los rotadores

La tendinitis del manguito de los rotadores es la inflamación de los tendones que rodean la cápsula de la articulación glenohumeral y que se insertan en el tubérculo mayor y en el menor del húmero.

Los músculos que forman este grupo son los rotadores laterales llamados Infraespinoso, teres menor; el rotador medial: subescapular; y un músculo abductor del hombro: el supraespinsoso.

A partir de los músculos mencionados se originan los tendones a cargo de los cuales está la respuesta de gran parte de los movimientos del hombro.


Fig. Anatomía de la zona de hombro.

La articulación glenohumeral se trata de una articulación esferoidea, que está representada por la superficie de la cabeza del húmero y la superficie glenoidea de la escápula; siendo la primera de las cuales grande y la segunda pequeña. El elemento que adapta ambas superficies de diferente tamaño es un anillo fibrocartílaginoso que se adhiere a la periferia de la superficie glenoídea.

A pesar de este ensamblaje, como si de una máquina se tratase, a pesar de una solución biomecánica como esta, la articulación glenohumeral es bastante inestable desde el punto de vista articular, a la vez que tiene alta capacidad de movimiento. 

El conjunto de tendones que rodean  la articulación y que conforman el manguito de los rotadores le aporta la estabilidad que los elementos ligamentosos no pueden darle.

La articulación del hombro posee dos características que la hacen susceptible especialmente de lesionarse, y son que por una parte es una zona en la que el flujo de sangre hacia los tendones es bajo, lo cual hace que ante un daño no se regener con facilidad; por otra parte es una zona bastante estrecha rodeada por hueso la que facilita el rozamiento de los tendones con los elementos óseos de la zona, favoreciendo la inflamación; lo que a la larga puede producir el deterioro de los tendones del manguito y puede producir la fatiga del tendón y la posterior ruptura del mismo.


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